Save me from myself

Eliminé la mayoría de las entradas anteriores porque sinceramente ya no me identifico con la persona que una vez fui, con esa persona que empezó a escribir en este blog; los pensamientos y sentimientos que tenía ya no son los mismos, es más, hasta mis gustos cambiaron. Supongo que me parecía muy estúpido dedicar toda una página a alguien, ¿qué pretendía? Él no iba a volver así como si nada después de leer todo lo que yo escribía sobre cuánto lo quería. Pero sólo tenía trece años.
Ahora tengo quince, entiendo un poco más las cosas. Y, para ser sincera, me parece estúpido todo lo que alguna vez sentí. Sí, estúpido. Absurdo creo que sería el adjetivo correcto. ¿Por qué de tan chica iba a enfermarme con alguien? Ni que mi vida dependiera de esa persona. Y cada vez que pienso en todo esto una vocecita muy adentro mío me grita: "qué estúpida", "qué estúpida", "qué estúpida". Pero supongo que fue por ser el primero, el primer novio de la nena... Sí, debió de ser eso. Igual, ya no importa. Yo cambié. Y esta soy yo, la de ahora. Y por más que haya cambiado también físicamente y no me guste para nada, me gusta cómo soy personalmente. Claro que me gusta, aunque a los demás no ja ja.
Bueno, pretendo empezar  de nuevo con este blog, llenarlo de cosas que realmente sienta y no de puras ilusiones o cursilerías. Si algún día vuelvo a escribir tantas canciones o entradas de "amor", por favor, vayan a buscarme y mátenme.