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Tengo que tocar fondo para darme cuenta de las cosas, de otra forma me resulta imposible. Me siento una mierda, ni más ni menos (además de serlo, obviamente). ¿Cuántas veces dije "hoy es mi día" y la terminé cagando como tantos otros días? Ya no sé qué hacer, me quedé sin motivaciones, me quedé sin sustentos, sin ese pilar donde apoyaba mis locuras, mis obsesiones y mis juegos. ¿Cuándo se derrumbó todo? ¿Cuándo se fueron todos? ¿Cuándo fue que me quedé tan sola? No sé, porque no le presto atención a cosas a las cuales debería. Malgasté todos mis días en una puta obsesión de la que me creía libre sabiéndome esclava (y vale aclarar que sigue ocupando un 90% de mi vida).
No puedo dejarla ir. Quise intentarlo, y cómo lo quise... pero no pude. Ella vive conmigo, me acompaña a todos lados, maneja mi vida, mis pensamientos, mis acciones y reacciones. Todo. Nunca va aceptar un no por respuesta, o al menos no de mi parte. Tiene todo el control y a veces me hace sentir a gusto pero no puedo dejar de sentirme esta mierda constantemente. ¿Y cuándo va a parar? ¿Quiero que lo haga? Ja ja ja, por supuesto que no. No puedo odiarla. Es una obsesión que me come desde lo más profundo de mi cuerpo/alma/conciencia.
¿Quién soy yo para quitarle el lugar que se ganó en mi vida? Nadie.

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