Y no me equivoqué cuando dije que iba a terminar sola. Acá estoy, llorando, recordando lo que una vez tuve o creí tener.
¿Por qué tuviste que dejarme? Te juro que no soporto no tenerte, no hablarte, no verte. Es tan difícil. Estaba tan acostumbrada a verte casi todos los días, juntarnos con la familia, salir a algún lado, jugar Monopoly, molestarte mientras jugabas al Tierras del Sur, etc. Pasó todo tan rápido. En unos meses me hiciste desaparecer, te fuiste y actuaste como si nunca me hubieras conocido. ¿Que no era como tu hermana menor? Porque vos seguís siendo el hermano que nunca tuve, éso nunca va a cambiar. Me prometiste que nunca ibas a dejarme por más que te separaras de la familia. ¿Y dónde quedaron todas las promesas?
Te necesito conmigo. No te das una puta idea de lo que te extraño. Te fuiste y una parte de mí se fue porque eras una de las personas más importantes en mi vida y sabés que no te miento porque como pude lo demostré. Perdón si alguna vez hice algo mal, algo que te lastimara, juro que no era mi intención.
Acá estoy, otra vez escribiéndote, tratando de entender por qué hiciste lo que hiciste. Pero creo que con el tiempo voy a darme cuenta de todo. Por ahora creo que es mejor dejarlo acá, sé que por tu parte siempre va a ser igual y bueno... Ya sabés todo. Te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dejá tu comentario ♥